martes, 20 de enero de 2015

COMPLEJO DE CAÍN.

La figura bíblica de Caín se invoca para caracterizar la peculiar psicología del primogénito, un niño celoso del hijo segundo a quien considera como un "intruso" y un rival. Al de Caín se opone el complejo de Abel. El psicólogo francés Charles Badouin, el primero en usar el término escribe: "El niño al que le cabe en suerte un hermanito o una hermanita, reacciona primero, muy generalmente, con unos celos desmedidos y de carácter completamente animal, que subsisten luego, latentes y más o menos bien reprimidos. La hostilidad del menor frente al mayor aparece como una réplica natural a dicha hostilidad".


El niño piensa que su madre prefiere al bebé porque es más pequeño, por eso se comporta como un bebé. Esta actitud normalmente durará poco tiempo, ya que el niño querrá volver a ser grande para disfrutar de las ventajas de ser mayor. Los padres deben ser conscientes de que él también tiene necesidades de amor y caricias.


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